TABARCA
La isla de Tabarca, de Nueva Tabarca o Plana, es una pequeña isla mediterránea de tan sólo 0,3 km2 de superfice, situada a 8 km del puerto de Santa Pola y 22 km de Alicante. Cuenta con unos 59 habitantes censados en 2013, tratándose de la única isla poblada de la Comunidad Valenciana y también la de mayor tamaño.
El turista tiene muchos encantos que descubrir en esta isla. Desde la biodiversidad de sus aguas, declaradas reserva marina en el año 1996, pasando por sus pequeños rincones arquitectónicos, declarados Patrimonio Histórico Artístico en el año 1964. Le recomendamos que no deje de visitar la iglesia de San Pedro y San Pablo, La Torre de San José o La casa del gobernador, sitios dignos de visitar y buscar el recuerdo de alguna instantánea. Tomar un agradable baño o tomar el sol en la playa o en alguna de las pequeñas calas presentes en la isla será un placer para el visitante.
Y cómo no deleitarse con la gastronomía típica de la isla, siendo el caldero el plato estrella de todos los restaurantes de la isla y una delicia para los más exquisitos paladares. Se trata de un arroz seco que se prepara a base de caldo marinero con un fondo de pescado, ñora y “alioli” o ajo-aceite. Con el caldo resultante de la cocción, se prepara el arroz a banda. Posteriormente se cocina el pescado desmenuzado con patatas y alioli. Si visita Tabarca no debe regresar sin catar esta maravilloso manjar mediterráneo.
No hace falta decir que la isla llega a su apogeo en la época estival, dónde cientos de visitantes acuden a la isla diariamente en busca de un día de sol y playa o de la tranquilidad que ofrece un paseo por la isla mientras recorremos las típicas tiendas de souvenirs.
Otro de los encantos que se pueden vivir en la isla durante el verano, es la tranquilidad del atardecer mientras los cientos de turistas regresan a la península en las lanchas rápidas hasta que anochece, momento en el que relajarse del agotador día mientras se disfruta de un coctel en alguna de las terrazas de la isla.
Tabarca, sin duda un lugar a visitar del que no saldrá arrepentido.